Colesterol LDL alto: principales síntomas y riesgos

Síntomas como náuseas, mareos, sensación de inestabilidad al caminar, dolores de cabeza, entre otros, que son los más frecuentemente presentados por personas con colesterol LDL alto en la sangre. Aunque para asegurarse de ello, los médicos suelen requerir una evaluación de colesterol total y colesterol fraccionado, esto especialmente para tener la certeza de estar frente a un caso de hipercolesterolemia o no.

Además, según el nivel de colesterol presente en el torrente sanguíneo, el médico puede determinar si es necesario el consumo de determinado fármaco para solucionar el inconveniente, aunque también es probable que en más de alguna ocasión hayas escuchado medicamentos como la simvastatina, atorvastatina, gemfibrosilo, entre otros.

De igual forma, si alguna vez te has puesto a pensar en qué es lo que se está tratando, en qué intervienen estos fármacos, o a qué nivel actúan en el organismo. Es allí, donde sobresale una de las principales interrogantes, puesto que en muchas ocasiones, solamente se controla el nivel momentáneo de colesterol; pero luego se vuelve a la dieta normal, siendo entonces donde se observa una gran recaída, es decir, los niveles de colesterol LDL vuelven a elevarse.

Por estos motivos, es importante decir que lo adecuado no es sólo disminuir los niveles de colesterol en la sangre, sino identificar el verdadero problema para poder enfrentarlo de la manera más adecuada posible, tratando así de no ocasionar ningún efecto secundario o posible recaída en un futuro.

Después de un diagnóstico acertado, es posible identificar qué está fallando en tu organismo, especialmente en las ocasiones que el colesterol LDL no sea eliminado por completo, o que provoque tapones en las arterias. Todo esto también recae sobre un mal funcionamiento del hígado, que se convierte en el principal problema.

El hígado es considerado como el órgano más voluminoso del cuerpo humano, y que al mismo tiempo se encarga de realizar muchas funciones, por lo que recibe el nombre de ‘laboratorio humano’, pues allí son sintetizadas hormonas, esteroides, el colesterol, parte de las sales biliares que después contribuyen a emulsificar las grasas ingeridas con la dieta diaria, entre muchas funciones más.

Este órgano realiza tantas funciones, pero en muchas ocasiones es maltratado con el consumo desmedido de ciertas sustancias e incluso, con determinados fármacos. Por otro lado, si tienes un abdomen voluminoso, es posible que en su mayoría sea grasa, y al estar el hígado en contacto con las células adiposas, es posible que sea rodeado de grasa y con el tiempo, esto llegue a generar un hígado graso y enfermo.

Recomendaciones

Finalmente lo que se debe hacer, es curar el hígado, ya sea llevando una dieta sana y que te ayude a recobrar la salud, realizar rutinas de ejercicios moderadas como en el caso de una caminata de 10 minutos, luego 15 minutos y así progresivamente hasta llegar a los 30 minutos continuos. Con estas actividades, puedes quemar calorías, mantener un ritmo cardiaco adecuado, así como mantenerte alerta y animado, donde también ayuda el consumo de por lo menos 1.5 litros de agua a diario.

Otras recomendaciones

• Incrementar el consumo de frutas como papaya, que ayuda a reparar los hepatocitos dañados, además de ser rico en vitamina C.
• Comer sólo cuando se tenga apetito y moderadamente, así como no cenar demasiado para no ralentizar el metabolismo y acumular las calorías en forma de grasa.
• No consumir café en exceso, cigarros, no utilizar aceites reciclados.