Cómo adelgazar sin pasar hambre

¿Debo pasar hambre para adelgazar? Seguramente tienes un testimonio acerca de que has privado a tu organismo de ciertos alimentos hasta el punto de reducir a un grado innecesario la provisión de nutrientes hasta hacerlos casi escasos y muchas veces has tenido que visitar a un doctor por problemas nutricionales.

No cabe duda que la rigidez que tienen las dietas alimenticias logran ser un obstáculo, que lo único que hacen es poder hacer a que las personas puedan flaquear aunque tengan una voluntad de hierro.

Por lo que pasar hambre se logra convertir en la mayor de las pesadillas que se tiene cuando se intenta poder adelgazar, debido a que se cuenta con un gran abanico de tentaciones culinarias que se logran enfrentar en los regímenes habituales.

Para que se pueda evitar la ansiedad y de esa forma puedes desenfocar las ganar de comer, existe una serie de trucos que puedes utilizar para poder hacer a que tu cuerpo pueda saciar a tu estómago sin necesidad de poder caer en los excesos, pues no es lo mismo el hambre fisiológico al ser la necesidad de tener nutrientes para el cuerpo, que la psicología como un mecanismo de defensa contra una serie de emociones incontrolables.

Cuando las personas preguntan cómo adelgazar sin pasar hambre, como entrenadores, os ofrecemos una serie de recomendaciones que les han ayudado a no pasar privaciones innecesarias y seguir llevando una vida natural y saludable, a la vez que mejora su aspecto físico, con una anatomía perfecta y juvenil.

Para perder unos kilos sin pasar hambre es necesario que lo asumas con naturalidad y sin estrés ante la falta de tus alimentos preferidos. Para ello, os vamos a dar unas recomendaciones importantes que te ayudarán para evitar pasar hambre:

Organiza tu horario de alimentación durante el día

Al distribuir en varias horas (3 horas) tu alimentación, no darás cabida al hambre y tratarás de comer todo lo que encuentres en tu nevera. Se evita con esto los picos de glucosa y tengas energía suficiente para realizar tus actividades.

Debes tener un horario fijo, tanto para el desayuno, la comida y la cena, siendo fundamental para que de esa forma se pueda evitar toda sensación de hambre fuera de las horas establecidas.

De igual forma, logra mejorar el umbral de satisfacción, siempre y cuando se logren evitar toda clase de sabores y alimentos desconocidos, ya que lo único que logran es poder difuminar la sensación de saciedad, más que con los alimentos familiares.

No ingieras comidas copiosas

Durante tus horas de comidas y su frecuencia, que se estima como recomendable unas 5 comidas diarias; esto no significa que comerás copiosamente, sino que nutrirás tu cuerpo con un alimento ligero con los elementos esenciales que necesita tu organismo para que tengas las energías suficientes.

Degustar la comida

Debes prestar toda la atención necesaria al gusto de los primeros bocados en esencial para poder hacer que se determine la impresión global de la comida.

Esto se debe a que la imaginación sobrepasa el sentido del gusto, alejando por completo la sensación de saciedad que se ha provocado.

Por ejemplo, comerse hasta el último bocado de un plato demasiado pesado. De esta forma, es mucho más fácil poder parar cuando se han cubierto las necesidades fisiológicas. Por lo que es recomendable que se ingieran bocados pequeños, masticar todo lo que se pueda y realizarlo de forma relajada.

Ingerir frutas y verduras de temporada

Así estarás dando a tu organismo de verdaderas vitaminas y minerales en forma natural proveyendo a tu cuerpo de los nutrientes completos gracias a estos productos. Además, te darán fibra y calmará las ansias de comer.

No comas velozmente

Recuerda: no es una competencia por llenar el estómago si lo haces aumentas tus calorías y el efecto de saciedad no aparece sino después de los 30 minutos aproximadamente después de iniciado el proceso digestivo.

El organismo sólo necesita entre 15 a 30 minutos para poder asimilar la sensación de saciedad que se tenga.

Este tipo de señales no logran llegar de forma inmediata al estómago y al cerebro, por lo que apresurarse sólo conlleva que se coma más de lo que necesita el cuerpo. Siendo un tiempo prudente para poder ingerir la comida, una media hora.

Realizar un descanso a la mitad de la comida

Debes hacer una pausa en medio de tu comida para que puedas analizar la sensación de saciedad. Analizando que si lo que has ingerido no es lo suficiente aún para poder saciarte, debes continuar comiendo pero, si por el contrario, ha sido suficiente para poder estar saciado, no debes formar una cantidad más grande de ingesta.

Sobre todo, en el caso de los postres, poder dejarlos a un lado, aunque se crea que existe más sitio para él. Con esto podrás hacer a que se convierta de forma natural la concentración de toda la comida.

Ambiente agradable

Cuando llega tu hora de comer prepara no sólo tus comidas sino el lugar donde comerás, deberá ser relajante y si es posible a lo natural con las mejores condiciones ambientales como luz, música, aire, temperatura y con una buena compañía. Esto hará que evites el estrés y te vayas a exceder en las comidas.

Evita alimentos con azúcar

Cometemos el error de comer sal con dulce en las comidas y la cantidad de azúcar es muy elevada; aún en el almuerzo, por lo que los niveles de glucosa aumentan alarmantemente dejándote a los 5 minutos sin energía para continuar con tus actividades, provocándote un embotamiento o cansancio mental, en otras palabras, te quitan todas las ganas de hacer tus actividades con normalidad y con energía.

Consume con moderación toda bollería, refrescos y chucherías.

Consume alimentos desnatados

Como parte fundamental e importante de cómo adelgazar sin pasar hambre es que realices tus actividades energizantes como ejercicios, deportes y aeróbicos con tu entrenador personal. Programa una serie de ejercicios cardiovasculares para acelerar el proceso de reducción de peso.