Vitaminas del tomate

 

Los tomates, debido a que son utilizados para añadir un sabor condimentado y agradable a los alimentos, en lugar de dulzor, generalmente son considerados verduras en lugar de frutas. Si no hay disponibilidad de tomates frescos y maduros, es más recomendable utilizar el puré de tomate, en lugar de tomates en conserva o zumo de tomate. En este sentido, el puré de tomate puede aportar más vitaminas y minerales que cualquiera de los tomates en conserva o en zumo.

Pero, ¿qué vitaminas aporta el tomate? Para contestar a esta pregunta, a continuación presentamos una serie de información con respecto a las vitaminas del tomate, mismas que pueden ser realmente útiles en una gran variedad de casos. Cabe destacar que, además de las vitaminas, el tomate también es un alimento que proporciona proteínas, minerales, calorías, entre otros compuestos muy importantes para el cuerpo.

Las vitaminas del tomate

Vitaminas A y C

Los tomates, junto con los pepinos, son alimentos que contienen una cantidad significativa de vitaminas A y C. Por ejemplo, media taza de tomates aporta cerca del 10% de la cantidad diaria recomendada de vitamina C. La vitamina A ayuda a mantener una buena salud ocular y aumenta la función inmunitaria; mientras que la vitamina C es un potente antioxidante que ayuda a combatir los daños de los radicales libres, además de promover el colágeno.

Vitaminas del tomate

Vitaminas del grupo B

Las vitaminas del tomate incluyen vitaminas del grupo B como la tiamina, la riboflavina, la niacina, el ácido fólico, el ácido pantoténico y otras. La tiamina o vitamina B1 es buena para los nervios y para el sistema inmunitario; la vitamina B2 o riboflavina, es una vitamina que ayuda en la capacidad de estar activo y contribuye a tener una buena piel, pero también ayuda a crear enzimas.

La niacina o vitamina B3 también ayuda a mejorar las capacidades activas y mejora la digestión. El ácido fólico o vitamina B9, ayuda en la formación del ADN y de la sangre, también ayuda a crear enzimas. La vitamina B5 o ácido pantoténico, es un antioxidante que ayuda a proteger el cuerpo para que no desarrolle la artritis y también ayuda a mantener a raya los niveles de colesterol. De igual forma, el ácido pantoténico combate las infecciones y el estrés; y, sin olvidar la vitamina B6 o piridoxina que es beneficiosa para un sistema nervioso sano, renueva los glóbulos rojos y ayuda a tener una piel atractiva.

Vitamina E

Los tomates tienen una pequeña cantidad de vitamina E. Un tomate grande proporciona unos 0,98 g de esta vitamina, que ayuda al sistema inmunitario de defensas y es un antioxidante. Incluso la vitamina E puede ayudar a prevenir la coagulación de la sangre y las enfermedades del corazón. Al tomar vitamina E a través de los tomates, también se aprecia una mejora en el aspecto de la piel.

Vitamina K

La vitamina K que se encuentra en los tomates es de aproximadamente 15 g en un tomate grande. Esta vitamina es necesaria para la coagulación de la sangre, así como también resulta beneficiosa para tener huesos fuertes y sanos.

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