
En el mundo del running, se han encontrado opiniones contradictorias entre diferentes personas, donde existen ciertas dudas sobre si es bueno o si es malo correr en ayunas. Además, es común escuchar y leer que correr en ayunas puede tener ciertas ventajas o desventajas, donde incluso, los propios corredores, cuentan con dificultad a la hora de definir una opinión acertada.
En este sentido, debemos destacar que aunque estés durmiendo, dentro de tu cuerpo se producen varios procesos que consumen energía. Además, tras varias horas sin ingerir alimentos ni líquidos, y tras realizar estos procesos, tus reservas energéticas tienden a verse disminuidas de una forma importante.
Si después de tus horas de sueño, te levantas y empiezas a correr con el estómago vacío o en ayunas, sin ingerir ninguna fuente de hidratos de carbono, tu cuerpo estará enfrentándose al desafío de correr sin la fuente de energía favorita, que te permite correr a una intensidad elevada.
Ahora bien, si realizas tus rutinas de entrenamientos a una intensidad y/o duración moderada, tu cuerpo podrá tener el tiempo necesario para utilizar las grasas como combustible, dejando de lado cualquier clase de inconveniente. Aunque los problemas de correr en ayunas, pueden surgir cuando tu cuerpo requiera energía de forma rápida (como en carreras a alta velocidad), y no se disponga de la suficiente reserva energética para soportar la duración o intensidad del entrenamiento.
Riesgos de correr en ayunas
Como hemos mencionado, pese a que correr en ayunas y a ritmos moderados no representa demasiados riesgos, cuando lo haces a velocidades rápidas, puede convertirse en una actividad peligrosa en algunos casos, donde puedes sufrir de ciertos inconvenientes como:
- Catabolismo muscular, es decir, utilizar las proteínas del músculo como fuente de energía, provocando la destrucción muscular.
- Malestar o incomodidad.
- Sufrir de hipoglucemia, que pudiese generar desmayos.
- Imposibilidad de completar entrenamientos de gran intensidad.
Beneficios de correr en ayunas
Recordando que cuando corres en ayunas, las grasas se convierten en combustible, con lo que obtienes el principal beneficio de aumentar la oxidación de las grasas, es decir, utilizar una mayor cantidad de grasas como fuente de energía mientras corres.
Además, cuando hablamos de perder peso, es inevitable pensar en la necesidad de consumir menos calorías de las que gastas, especialmente para generar un déficit calórico.
Asímismo, otro de los beneficios que representa el correr en ayunas, es el ahorro de tiempo. Esto se debe a que muchas personas pueden facilitarse el levantarse y salir a correr sin ingerir alimentos, pudiendo ser la única forma de incluir esta actividad física a una agenda abultada.
Por otro lado, para aquellas personas corredoras de distancias largas, como en el caso de maratón o media maratón, donde es muy probable que se produzca un agotamiento total de depósitos de glucógeno existentes en el cuerpo; correr en ayunas puede servir como una forma de preparación para el cuerpo y mente.
En conclusión, correr en ayunas puede brindarte algunas ventajas muy atractivas, aunque también por el contrario, puede presentar algunos riesgos a tu salud. Por este motivo, lo más recomendable es que puedas consultar con tu entrenador personal o experto médico para que dependiendo de tus necesidades y requerimientos físicos, puedas optar por correr en ayunas o no hacerlo.
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