Comer pescado, puede salvar nuestra salud mental

El pescado es un excelente alimento parar la mente principalmente por ser rico en ácidos grasos Omega 3, una sustancia esencial para nuestro cuerpo que funciona como un protector cardiaco, además, forma parte inherente de nuestro sistema nervioso central favoreciendo la comunicación entre las neuronas e interviene en el impulso nervioso.

Según estudios recientes, comer pescado de forma habitual puede reducir hasta un 30% las posibilidades de desórdenes neuropsiquiátricos, sin embargo, los mismos estudios sugieren que un consumo excesivo puede incrementar las posibilidades de padecer depresión dado que eleva el nivel de mercurio en el cuerpo lo que provoca un daño neurológico.

Investigaciones demuestran que comer pescado a la plancha y no frito genera mayor actividad cerebral en las áreas asociadas a la memoria (aumenta en cerca de un 4.3%) mientras que la cognición también se ve mejorada en un 14%.

Esto se basa en los resultados obtenidos en un experimento que analizó a 260 personas y fue publicado en la revista American Journal of Preventive Medicine.

La importancia de los ácidos grasos

Los ácidos grasos poliinsaturados constituyen parte de una dieta rica en pescado lo que ayuda a reducir la inflamación en el cerebro, por otra parte, participan en la regeneración de células nerviosas y reducen el riesgo de morir a causa de un ataque cardiaco.

Una dieta que incluya mariscos o pescados al menos una vez a la semana reduce el riesgo en el individuo de padecer de enfermedades mentales como el Alzheimer, la demencia y otras.

Comer pescado, puede salvar nuestra salud mental

¿Cuáles son los mejores pescados para incluir en la dieta?

Principalmente los llamados pescados grasos como el besugo, la caballa, anchoa, atún, trucha arco iris, arenque, salmón y la sardina, además, se debería consumir hasta 2 raciones de pescado a la semana para que los cambios sean perceptibles.

El Omega 3 es más abundante en pescados grasos y entre sus múltiples ventajas se cuentan la reducción de la presión arterial, se reduce el riesgo de aparición de cardiopatías y es recomendable su consumo para el desarrollo del feto durante el embarazo.

Aunque también puedes encontrar ácidos grasos Omega 3 en otros alimentos como los frutos secos, verduras de hoja verde, aceite de oliva, albahaca fresca, aceite de linaza y más o puedes elegir un buen suplemento alimenticio a base de pescado.

Lo particular del Omega 3 es que, por ser un nutriente esencial, solo puede ser obtenido a través de ciertos alimentos pues nuestro cuerpo no sabe cómo sintetizarlo, esta es la razón por la cual debes aportar ácidos grasos a tu organismo y con esto prevenir el deterioro de tus facultades mentales y otros aspectos importantes de tu salud.

Otras propiedades y beneficios del pescado

Este superalimento es muy rico en lípidos y proteínas, así como en vitaminas del grupo B, minerales como el cobre, hierro, fósforo, cinc y otras vitaminas como la A, D y E.

Otro estudio publicado en la revista científica Current Nutrition & Food Science asegura que gracias al contenido de ácidos eicosapentanoico y docosapentaenoico, este alimento podría servirnos de escudo ante enfermedades como el Alzheimer gracias a que estos ácidos afectan el índice de formación de sinapsis entre neuronas e intervienen en el estrés oxidativo de las células nerviosas.

El pescado mejora tu inteligencia

En una reciente investigación sobre un grupo de varones jóvenes en Suecia se comprobó que los que consumían pescado al menos una vez a la semana tenían mayor nivel de inteligencia que aquellos que no (los datos se recogieron 3 años luego de la primera entrevista).

También se analizó otro sector de la población, por ejemplo, los hijos de aquellas mujeres que consumen pescado de forma regular durante el embarazo mostraron una tendencia a obtener mejores resultados en las pruebas de inteligencia.

De estos datos se desprenden varias curiosidades, por ejemplo, durante el periodo de adolescencia el cerebro aún cuenta con cierta plasticidad que influye sobre las funciones cognitivas.

Si el cerebro se desarrolla correctamente, también lo hace una buena inteligencia, emociones y conductas sociales. La plasticidad cerebral es una habilidad del cerebro para reorganizarse ante una lesión, o algún aprendizaje por lo tanto no es equivocado decir que comer pescado, puede salvar nuestra salud mental.

En un estudio sobre niños chinos se comprobó que aquellos que comían pescado al menos una vez a la semana tenían coeficientes intelectuales hasta 5 puntos más altos que los que no, además, dormían mejor.

Tampoco se trata de comer pescado de forma desmedida, hay que tener cierto control sobre esto ya que la cantidad de mercurio con la que cuenta y su papel como neurotoxina podría afectar tu salud.

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