Sin duda, cada vez es más común las personas que salen a correr, bien sea en grupos, solas, por la mañana o por la noche. Esto se debe a que el running cada vez se vuelve más popular, y por ello muchas personas quieren unirse a esta tendencia. Sin embargo, no se trata de salir a correr de cualquier forma, sino más bien es necesario tener ciertos conocimientos básicos sobre esta actividad, para poder aprovechar sus beneficios al máximo, evitando inconvenientes como lesiones, por ejemplo.
En este sentido, para que puedas aprender a correr o perfeccionar algunos aspectos en este tipo de actividades, a continuación presentamos 5 consejos para empezar a correr, especialmente si eres de aquellos que no han corrido más de 10 minutos seguidos desde el instituto.
Consejos para empezar a correr
Compra un buen par de zapatillas
No hace falta que te dejes el sueldo en zapatillas deportivas, pero sí es necesario que compres unas adecuadas para el running. Cuando corres, el peso que soporta el pie se multiplica hasta 6 veces al que soporta habitualmente, por ello, de la elección de las zapatillas depende tu riesgo de lesión.
Tómatelo con calma
No existe una regla sobre cuánto debes correr el primer día, pero sí algo que debes tener en cuenta: paciencia. Independientemente de que estés en buena forma física o lleves mucho tiempo inactivo, lo importante es no empezar con demasiado ímpetu y realizar un esfuerzo muy grande el primer día. Para tu primer día, basta con una simple toma de contacto, realizando una o varias series de carrera suave, deteniéndote antes de agotarte.
Corre y anda
La caminata será tu aliada durante las primeras semanas de entrenamiento. Es recomendable que utilices el sentido común y prestes atención a las señales de tu cuerpo. Si te cansas, puedes parar de correr y continuar caminando. Por ejemplo, puedes hacer 1 minuto de carrera y 1 minuto de caminata durante 10, 12 ó 15 minutos en una primera, segunda y tercera sesión. Con el tiempo puedes ir aumentando el tiempo de carrera e incluso eliminando el de caminata.
Sesiones semanales
Así como el entrenamiento es muy importante, también lo es el descanso. Debes salir a correr, pero sin olvidar que el cuerpo necesita pausas para asimilar la carga del entrenamiento realizado y poder afrontar el siguiente en buenas condiciones. Una buena forma de entrenar es correr tres días por semana en días alternos, aunque claro, si esto no es posible, al menos con dos sesiones a la semana está bien.
Calentamiento y estiramiento
Antes de iniciar tu recorrido, es importante que dediques unos minutos a calentar y estirar. En este caso, puedes hacer movilizaciones circulares de tus articulaciones que te sacarán del estado sedentario del resto del día y preparará tus articulaciones antes del esfuerzo. También puedes realizar una pequeña tanda de 5 minutos de carrera suave y unos ligeros estiramientos antes de seguir con el resto del entrenamiento.
El final del entrenamiento debes hacerlo en dos fases: una vuelta a la calma de forma regresiva y estiramientos para devolver al músculo su posición natural. Piensa que se ha contraído durante la carrera y estará más acortado. Tus estiramientos deben ser suaves para no dañar el músculo que ya está fatigado.
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