Por muchos son conocidos los beneficios que tiene el caminar a diario, no sólo a nivel cardiovascular, sino también en el cuerpo en general. Este tipo de ejercicios ayudan a mejorar la respiración, el tono muscular y además, realizándolos de forma adecuada, pueden llegar a contribuir en la pérdida de peso.
Gracias a este saludable ejercicio, es posible llegar a quemar varias calorías, convirtiéndose en una auténtica actividad quemagrasas, especialmente para ir modelando la silueta. Sin embargo, para obtener estos beneficios, es necesario seguir algunos consejos para adelgazar andando como los que presentamos en este artículo.
Tips para andar y adelgazar
Para muchos, la idea de andar y quemar grasas no siempre van de la mano. Pero esto no es del todo cierto, ya que toda actividad física que sea constante y que se realice de manera adecuada, permite convertir los glúcidos, las grasas y las proteínas en energía y no en reserva adiposa. De esta forma, si sigues una dieta adecuada y balanceada lograrás quemar ese exceso de grasa de forma sencilla prestando atención y practicando algunos tips como los siguientes:
Toma conciencia
El primer punto es poder convencerte que a partir de ahora, deberás dedicar una hora al día a andar. Por ello, hay que cumplirlo y debes encontrar ese pequeño instante de tiempo a lo largo del día. Una técnica adecuada para auto-concienciarte, es comprar ropa y calzado adecuado: un pantalón cómodo, una camiseta que no apriete demasiado, unas zapatillas que sujeten bien el pie y que permitan andar por cualquier superficie.
Establece tiempos y ritmos
Lo recomendable es comenzar con tus ejercicios de andar en dos fases de media hora, evitando así las sobrecargas. Media hora por la mañana y media hora por la tarde. Una vez te habitúes, puedes realizar la hora completa. Toma en cuenta que al decir andar, no se trata de caminar a paso ligero, al igual que como cuando vas de compras, por ejemplo. Para obtener buenos resultados, debes llevar un ritmo, y el ritmo para adelgazar caminando es de unos 7 km/h, es decir, a paso rápido.
Posiciones adecuadas
Zancadas: tus zancadas deben ser normales, un error muy común para acelerar el paso es alargarlo de manera poco natural. Procura encontrar un paso cómodo, nunca estires las piernas.
Hombros relajados y pecho recto: si tu cabeza se balancea demasiado y sientes un ligero estiramiento en la parte delante de tus piernas, significa que tus zancadas son muy largas y estás andando de un modo forzado.
Pasos rápidos, pero sin alargar zancadas: empieza a paso normal y luego de unos 5 minutos, incrementa la frecuencia de los mismos.
Brazos: flexiónalos a 90 grados, serán los encargados de ofrecer impulso para andar.
La respiración
Tu respiración debe ser abdominal. Recuerda que andar es un ejercicio aeróbico, donde la sangre aporta oxígeno a los órganos y a los músculos que trabajan, pudiendo así quemar grasa y convertirla en energía. De esta forma, es necesario una respiración abdominal profunda. Cogiendo aire e hinchando el abdomen, soltando luego el aire por la boca.
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