Evitar agujetas

 

Sin duda, las agujetas pueden convertirse en unas compañeras muy molestas, especialmente en situaciones donde vuelves a tomar tu bici tras unas vacaciones o tiempo de inactividad por una lesión o algo parecido. En estos casos, cuando retomas el pedaleo, las agujetas suelen ser la particular forma que tiene el cuerpo para avisar que debes tomar el entrenamiento con calma, debido a que puedes lesionarte. Sin embargo, también es posible evitar agujetas o, al menos, hacer que el dolor sea más liviano y fácil de llevar.

Por qué surgen las agujetas

La sensación de sufrir de agujetas, es un dolor a nivel muscular, mismo que tiende a aparecer de forma retardada, es decir, una vez has terminado tu ejercicio, normalmente entre las 12 y las 24 horas. Cuando realizas algún esfuerzo al que tus músculos no están acostumbrados, se producen unas microrroturas a nivel del tejido muscular, algo que implica inflamación y dolor, aspectos característicos de las agujetas.

Anteriormente se pensaba que el ácido láctico que se genera en el ejercicio intenso, se cristalizaba y formaba una especie de agujas que pinchaban al músculo (de ahí el nombre de agujetas); pero esta teoría ha sido desmentida. Las agujetas provocan una incapacidad funcional debido a ese dolor, mismo que es mayor cuando el ejercicio es más intenso. Por esto, los primeros días debes tomar todo con calma, empezando a pedalear con tranquilidad.

Cómo evitar agujetas en la bici

Una de las mejores formas de evitar agujetas en la bici es precisamente evitar ese ejercicio tan intenso al que tu cuerpo no está acostumbrado. Por ejemplo, tras unas vacaciones o un tiempo de inactividad no puedes pretender recorrer los mismos kilómetros o ir a la misma velocidad a la que estuvieses acostumbrado antes, debido a que simplemente, tus músculos ya no están adaptados a estas intensidades.

Ya que es difícil calcular la intensidad de pedaleo para evitar agujetas, simplemente debes tener en cuenta que la primera semana es necesario pedalear con tranquilidad, sin notar la sensación de fatiga característica de cuando te estás esforzando. En este sentido, más que salir a entrenar, esos días debes salir a divertirte y volver a ‘coger sensaciones’.

Evitar agujetas

Subiéndote a tu bici, puede venirte bien en las primeras salidas escoger recorridos de poca exigencia física, sin mucho desnivel o dificultad técnica. Tienes opción a comenzar haciendo rutas de menos de 40 minutos, siendo una excelente alternativa para iniciarte nuevamente y con calma.

Asimismo, es importante que puedas hacer un buen calentamiento, progresivo de menos a más, además de estirar los músculos adecuadamente tras las primeras salidas, especialmente para ayudar a prevenir y evitar agujetas. Tomando en cuenta que la principal causa de las agujetas es la microrrotura de fibras musculares, al hacer un buen calentamiento y vuelta a la calma, puedes condicionar al músculo, volviéndolo más resistente ante dichas microrroturas.

De igual forma, el agua fría puede servir como un excelente antiinflamatorio natural, por lo que después de tu salida en bici, puedes acabar la ducha pasando de calor a frío. De esta forma, puedes combatir los procesos inflamatorios que puedan aparecer en un primer momento.

Incluso, al principio también puede ser muy común tener ciertas molestias con el sillín, para ello, puedes pedalear de pie a cada cinco minutos, evitando permanecer mucho tiempo sentado. También puede ser de gran ayuda llevar un culotte que amortigüe el asiento o un protector de silicona para el sillín.

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