
Al hablar de pescado blanco, se entiende por aquel pescado fino, bajo en grasas y con una carne que contiene un mínimo de calorías. Por norma general, el contenido graso de un pescado blanco no supera el 2% del peso total del pescado. Además, la carne de este tipo de pescados es ideal para realizar digestiones rápidas o a la hora de empezar una alimentación en los más pequeños de la casa.
Los pescados blancos o también conocidos como pescados magros, son aquellos que se constituyen en una excelente opción nutricional, debido a que además de su facilidad de cocción, también pueden ser una buena fuente de importantes propiedades y beneficios.
Además, desde un punto de vista nutricional, estos pescados se destacan por su alto contenido en proteínas de alta calidad. Incluso aportan muy buenas cantidades de vitaminas del complejo B, así como minerales como el calcio, fósforo, hierro, cobre y yodo. Por todas sus características, conviene conocer la lista de pescado blanco, así como los beneficios que cada uno puede aportar a la salud.
Variedades de pescado blanco
El bacalao: este es un pescado altamente rico en proteínas y bajo en grasas. Además, el bacalao se caracteriza por aportar vitaminas del grupo B, al igual que minerales como el potasio, el fósforo y el calcio.
El besugo: este es un pescado blanco que se destaca por su bajo contenido calórico y su riqueza en vitaminas del grupo B, especialmente en vitaminas B3 y B12. También aporta vitamina A, calcio y hierro.
El cabracho: se trata de un pescado semigraso, que sorprende por representar una buena fuente de proteínas de calidad, vitaminas del grupo B (sobre todo de vitamina B1, B2, B3 y B6) y minerales. Además, el cabracho aporta vitaminas A y D.
La dorada: dentro del pescado blanco: lista de variedades, la dorada se destaca como un pescado rico en ácidos grasos omega 3 y 6. Es fácilmente digerible y aporta proteínas de alto valor biológico.
El gallo: este es un tipo de pescado blanco que posee un bajo contenido graso, pero también aporta vitamina B3, por lo que su consumo resulta muy beneficioso para el organismo.
La lubina: al igual que otros pescados blancos, la lubina aporta vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 y B12), así como minerales como el fósforo y el calcio.
La merluza: es uno de los pescados magros o pescados blancos más conocidos y consumidos en todo el mundo. Este pescado no aporta hidratos de carbono y es muy rico en proteínas. Además, proporciona vitaminas del grupo B, especialmente B1, B2 y B3, así como minerales como el fósforo.
El rape: es un pescado blanco bajo en grasa y muy rico en vitaminas B1, B3 y B9, minerales y proteínas. Entre los minerales contenidos en el rape, se destacan el potasio, el fósforo, el magnesio y el hierro.
El rodaballo: aporta cantidades importantes de vitaminas B2, B3, B9 y B12. También es una buena fuente de potasio, fósforo, magnesio, sodio y hierro.
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