Todo sobre la alergia a la lactosa

 

En todo el mundo existen personas que sufren de problemas intestinales, especialmente algunos derivados del consumo de alimentos ricos en lactosa. Esta situación produce un desgaste orgánico que puede conllevar serios problemas. En términos generales, podemos decir que existen dos grandes causas: la alergia a la lactosa y la intolerancia a la lactosa.

En muchas ocasiones, hay personas que viven durante años padeciendo un problema intestinal, derivado del consumo de alimentos con lactosa. Generalmente, llegan a la consulta médica luego de sufrir varios episodios de diarrea, cólicos intestinales y gases. Después de diferentes estudios y análisis, es posible llegar a la conclusión que la causante de dicho estado de salud es la lactosa.

Si bien es cierto, en este caso la causante de la enfermedad es la lactosa, también es conveniente establecer exactamente de qué patología se trata, ya que generalmente pueden ocurrir dos situaciones: alergia e intolerancia, donde cada una de ellas es diferente y posee características propias.

Qué es la lactosa

La lactosa es un azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos: vacas, cabras, ovejas y en humanos, y que también puede encontrarse en diversos alimentos preparados. Es el llamado azúcar de la leche, disacárido natural compuesto de glucosa y galactosa.

Qué es la lactasa

La lactasa es una enzima producida en el intestino delgado, misma que tiene una función muy importante en el desdoblamiento de la lactosa (algo necesario para su absorción por el organismo) en sus dos componentes básicos: glucosa y galactosa. Si los niveles de lactasa son bajos o no realiza bien su labor desdobladora, aparecen dificultades para digerir la lactosa.

Todo sobre la alergia a la lactosa

Qué es la alergia a la lactosa

En el proceso de alergia a la lactosa, ésta actúa como un invasor no reconocido por el organismo, lo que da lugar a una serie de reacciones orgánicas, en las que se produce inmunoglobulinas y se libera histamina, produciendo así un estado alérgico. Esta reacción ocasiona un rechazo orgánico hacia la lactosa, la que no reconoce nutriente.

Los primeros síntomas de la alergia a la lactosa comienzan cuando un bebé recibe leche de fórmula o de vaca. Estos pueden ser de aparición rápida o lenta y se caracterizan por urticaria, goteo nasal, diarrea, problemas respiratorios, entre otros.

Qué es la intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa es una afección que afecta a la mucosa intestinal, produciéndose porque el organismo sintetiza poco o nada de lactasa, enzima encargada de metabolizar la lactosa. De esta manera, al haber una ausencia de lactasa, el organismo es incapaz de responder ante la presencia de lactosa a nivel intestinal.

La intolerancia a la lactosa puede ser temporal o permanente, esto dependerá de diferentes factores como si la persona ha estado en contacto o no con los productos lácteos desde pequeños, consumo de determinados medicamentos, infecciones en específico, entre otros.

En este padecimiento, es importante considerar una tercera opción, que se encuentra relacionada con una deficiencia congénita de lactasa, que tiene una causa en el desorden que evita la producción de lactasa. Esta se encuentra relacionada con la etnia.

Consideraciones

Si bien ambas patologías pueden presentar síntomas similares, la alergia y la intolerancia a la lactosa no son lo mismo, por lo que deben ser tratadas de diferente forma. Por ello, cuando una persona adulta o un niño, luego de tomar leche o sus derivados, presentan diarrea, eczemas, fiebre, problemas respiratorios y demás, es importante recurrir al médico para que él establezca si la lactosa es la responsable de dicha afección.

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