Sal sin sodio: una buena opción para hipertensos

En muchas ocasiones, suele relacionarse la hipertensión o el aumento de su riesgo con el alto consumo de sodio dentro de la dieta habitual. Además, cada vez más personas tienden a preocuparse más por el consumo apropiado de azúcar, pero no sucede lo mismo con la sal. En efecto, muchos son capaces de aliñar un asado y la ensalada con grandes cantidades de este producto, para luego tomar el café con un endulzante y evitar el azúcar.

En este sentido, la principal razón por la que las personas suelen cuidarse más del consumo del azúcar es porque ésta se relaciona con factores estéticos, directamente con la obesidad. Mientras que la sal puede ocasionar hipertensión arterial, un padecimiento invisible y silencioso, hasta que se presenta de forma abrupta debido a lo gradual que resulta ser su aparición. Por esto, es importante conocer algunas alternativas como la sal sin sodio, una buena opción para hipertensos.

Para llevar una buena alimentación, la sal sin sodio puede ser una excelente aliada, debido a que es baja en calorías y nace por la especial preocupación de mantener una dieta sana y equilibrada, sobre todo en personas que deben cuidarse de la hipertensión. Además, la sal sin sodio conlleva diferentes beneficios diuréticos, ya que evita la retención de líquidos.

Cabe destacar que el sodio no sólo es el causante de la hipertensión arterial, sino que también contribuye en una serie de enfermedades y afecciones como el cáncer gástrico, el aumento de espasmo bronquial en los asmáticos, pérdida de calcio por la orina para inducir a la formación de cálculos renales, desmineralización de los huesos y pérdida de masa ósea con el consecuente aumento del riesgo de fracturas, fibrosis, entre otras.

Dentro de la comunidad médica, se sostiene que el consumo excesivo de sal es uno de los factores principales en la aparición de patologías como la hipertensión arterial, una enfermedad que puede llegar a ocasionar la muerte.

Según algunos expertos, la mayoría de personas no sólo utiliza mucha sal a los alimentos sin siquiera probarlos antes –algo cultural–, sino que también, constantemente, se ingiere sodio de productos procesados como en el caso del pan, caldos, sopas, embutidos y conservas, entre los que más sodio aportan. Es más, tampoco conviene descartar si quiera productos dulces como galletas, tortas y helados, los que también cuentan con una gran cantidad de sodio. Es decir, sin darte cuenta puedes estar aumentando tus dosis de sodio a niveles extremos.

En este sentido, existen diferentes opciones en sal sin sodio en el mercado, algunos con un sabor similar al de la sal común, y otros no tanto. Además, existen fórmulas que combinan sodio y potasio, obteniendo también una buena dosis de potasio, algo que es de gran utilidad para el organismo.

Asimismo, es importante considerar que la sal regular está hecha a base de sodio, algo que en exceso resulta muy perjudicial para la salud. Además, el organismo requiere cantidades mínimas de sodio al día (unos 2 g), pero su consumo en exceso, genera problemas en la salud, especialmente porque muchas personas tienden a consumir más del doble de lo recomendado, ocasionando diversos inconvenientes en la salud, que se traducen en obesidad temprana y desarrollo progresivo de hipertensión arterial.