Desde hace muchos años se cree que el consumo del huevo está relacionado a un estilo de vida poco saludable, pues el mito “el huevo es malo porque eleva el colesterol” se encuentra muy extendido entre la sociedad. Sin embargo, el huevo debe formar parte de una dieta equilibrada ya que solo tiene 70 calorías, la clara contiene poca grasa y es un poco más alta en proteínas que la yema. El centro amarillo del huevo es donde se almacenan los nutrientes, incluyendo las vitaminas, minerales y otros componentes necesarios para el organismo.
Cabe mencionar que las proporciones de los nutrientes de la yema de huevo, pueden variar según el tipo y la cantidad del alimento, además de otros factores que pueden intervenir en la modificación de sus nutrientes. Según la preparación de la yema de huevo, pueden variar sus propiedades y características nutricionales, pero lo que sí está claro es que es rica en minerales destacando el calcio, el fósforo y el hierro. Todos ellos implicados en la consevación y mantenimiento de los huesos.
Importancia de la yema de huevo
La yema de huevo es una poderosa fuente de vitaminas y minerales como: vitamina A, E, D ácido fólico, B12, B6, B2, B1. Incluso la yema de huevo es uno de los pocos alimentos que posee de vitamina D de forma natural, además, contiene una sustancia llamada colina, una sustancia que influye en el desarrollo de la memoria durante la etapa embrionaria y en el funcionamiento de todas las células. Aunque la yema posee poca grasa, el contenido de ésta es de 4,5 g de grasas por unidad, de las cuales 1,5 son grasas saturadas y el resto insaturadas.
Vale la pena aclarar que la yema de huevo tiene colesterol, por tanto, no afecta en gran medida al colesterol sanguíneo en personas saludables, tampoco es el principal responsable del aumento. Sin embargo, existen factores hereditarios como el estrés o sobrepeso que suponen muchos más riesgos a la salud del corazón que el colesterol consumido desde la dieta. Aunque desde otro punto de vista, un aumento de colesterol puede ser evitado con la ingesta de alimentos ricos y grasas insaturadas, las cuales también son importantes para el organismo.
Composición de la yema de huevo
- Agua.
- Calorías.
- Grasas.
- Proteína.
- Hidratos de carbono.
- Fibra
- Potasio.
- Sodio.
- Fósforo.
- Calcio.
- Magnesio.
- cobre.
- Hierro
- Vitamina C, B1, B2, B3, B5, B6, B9, B12, A, D, E.
Otro aspecto importante que destaca de la yema de huevo, es que este alimento contiene lecitina, una sustancia capaz de conectarse al colesterol para impedir que éste sea totalmente absorbido por el organismo. Además, la lecitina se encuentra de forma natural en el cuerpo, en la médula ósea, en el cerebro, en el hígado y en el corazón y es imprescindible para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Esta sustancia también ayuda a tener la concentración, por lo que es un agente anti-colesterolémico buena para el corazón.
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