Por lo general, con la llegada del buen tiempo, muchas personas tienden a buscar los mejores métodos para ejercitarse, bien sea asistiendo al gimnasio de la localidad, corriendo o andando en bicicleta al aire libre, entre otros. Por el contrario, en épocas de frío o de un clima poco placentero, es posible pensar en dejar el ejercicio de lado, evitando salir de casa. Sin embargo, esto no es del todo necesario, pues también es posible construir un gimnasio casero, es decir, ejercitarte en casa sin ir a ningún otro lado.

Gracias a la amplia variedad y oferta que existe en cuanto a máquinas y aparatos de gimnasio se refiere, lucir unos abdominales bien marcados, unos pectorales voluminosos y un cuerpo en general bien trabajado depende únicamente de tu fuerza de voluntad, además de algo de inversión económica. Para ayudarte a acomodar tu centro de ejercicios en casa, a continuación te brindamos algunos consejos sobre cómo construir un gimnasio casero, para trabajar tu cuerpo desde casa.

Elige el lugar adecuado

Si bien es cierto, puedes destinar cualquier lugar de la casa para armar tu gimnasio particular, lo más recomendable es seguir ciertas pautas para hacer más agradable el lugar donde realices tus ejercicios. Los expertos señalan que mientras más espacio tengas disponible, disfrutarás de una mayor variedad de aparatos, pero para empezar, con una habitación regular puede ser suficiente. Asimismo, una buena ventilación es un detalle fundamental, evitando cargar demasiado el ambiente con el sudor y calor que desprendas.

Además, si la habitación cuenta con un aspecto desvencijado, puedes empezar por darle una mano de pintura, evitando colores oscuros y prefiriendo tonos cálidos que te animen y den mayor luminosidad. De igual forma, un par de espejos aumentará la sensación de amplitud, además de ayudarte a realizar mejor tus ejercicios, observando tus fallos y aciertos. En cuanto a espejos, se recomienda colocarlos 30 centímetros por encima del suelo, evitando romperlos con alguna mancuerna que salga rodando accidentalmente. Y, en el suelo, es preferible utilizar una superficie no deslizable y que no se dañe en caso de golpearla con algo.

Cómo hacer un gimnasio casero

Material básico para empezar

Cuando hayas elegido una habitación ideal puedes pensar en la maquinaria para comenzar a entrenar. En este sentido, una cinta de correr o una bicicleta elíptica, unas mancuernas con varios pesos y una buena colchoneta o esterilla, pueden ser una sencilla y buena forma de empezar a trabajar abdominales, cardio, estiramientos y más. A partir de allí, todo lo que puedas incorporar es bienvenido. Aunque a este equipo también puedes añadir una barra larga que sirva para múltiples entrenamientos y un banco reclinable.

El tipo de máquina (cinta de correr o elíptica), irá en función del desembolso que quieras realizar. En casos como modelos más caros, puedes encontrar más funcionalidades que, en la mayoría de ocasiones, están pensadas para personas que realizan entrenamientos avanzados. Para comenzar, los modelos básicos son suficientes, pues cuentan con lo necesario para practicar con seguridad ejercicios destinados a los más novatos.

Asimismo, existen algunos materiales que no suelen ser muy caros, hablando específicamente de una comba, un escalón o step, bandas elásticas, fitball, entre otros que puedes ir adquiriendo según sea tu capacidad económica.

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