Ya hemos hablado de los beneficios que trae entrenar por las mañanas, pero para los que nos cuesta levantarnos de la cama hay que tener a mano una serie de trucos para engañar al cuerpo a que sienta más atraído a comenzar el entrenamiento temprano.
Aleja la alarma de la cama
Con solo pulsar el despertador se elimina la tentación de levantarnos, un truco muy efectivo es alejarlo lo más posible de la cama para obligarte a levantarte con tal de apagar la dichosa alarma. Una vez de pie te va a ser más difícil volver a la cama y permanecer acostado.
Ten una cena ligera la noche anterior
Cuando tienes una cena abundante, por lo general te levantas al otro día cansado, sin mucha energía ya que el cuerpo ha invertido mucho en descomponer los alimentos en nutrientes, pero si tienes una cena ligera la noche anterior te sentirás menos pesado, dormirás mejor y será menos probable que te saltes el entrenamiento.
Apúntate a una clase temprano
La obligación de tener que asistir a una clase temprano puede ser una fuerte motivación para obligarte a levantarte en la mañana, esto es aun más efectivo si tienes algún amigo que entrena contigo ya que no querrás dejarlo tirado.
Deja preparada la ropa el día anterior
Hay quien incluso se acuesta a dormir con la ropa puesta, pero esto lo dejo a tu elección. Puedes dejar visible la ropa de entrenamiento justo al lado de la cama, para que sea lo primero que veas y vistas antes de tener que andar en ropa interior por la casa.
Toma café
Quizás no lo recomiendo para convertirlo en una rutina, pero al menos en los primeros días puedes comenzar a tomar café para salir de la casa con energía, algo así como un alimento pre-entreno.
Convierte todo esto en una rutina
Una parte importante del entrenamiento es la consistencia, si vuelves todas estas actividades una rutina, al menos los días que entrenes, te será mucho más sencillo de asimilar ya que con el tiempo no supondrá ningún esfuerzo pues estarás adaptado.
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