Hoy en día es importante estar educado con respecto a la alimentación, por eso es preciso conocer el significado de las grasas hidrogenadas: el mal encarnado que se esconde en muchas comidas de consumo diario.
Las grasas hidrogenadas o grasas trans son las que almacenan un átomo de hidrógeno en la molécula de grasa, generando un ácido graso insaturado, que es bastante dañino para la salud.
¿Por qué se emplea las grasas hidrogenadas?
Desde hace tiempo se conoce que las grasas hidrogenadas se utilizan para alargar la vida útil de varios alimentos, en realidad esta fue la razón por la cual se patentó este proceso.
Inclusive es un proceso más económico, que también puede influir en mejorar el sabor y textura de alimentos que son procesados; encontrándose en pasteles, galletas, pizza, pollo y hasta la comida frita puede generar por sí solas grasas hidrogenadas.
Riesgos para la salud por el consumo de grasas trans
Añadir de forma continua alimentos que contengan grasas hidrogenadas puede generar desequilibrios en los niveles de colesterol, disminuyendo el colesterol bueno (HDL) y aumentando el colesterol malo (LDL).
También puede ocasionar un daño en las células que envuelven los vasos sanguíneos; trayendo como consecuencia la obstrucción del flujo sanguíneo que transita hacia el corazón, incrementando la probabilidad de un ataque cardíaco.
Incluso las grasas hidrogenadas: el mal encarnado de la alimentación, pueden influir en la hormona que nivela los valores de glucosa en la sangre, haciéndola inútil para el organismo, contribuyendo a la aparición de la enfermedad de la diabetes.
¿Los alimentos naturales contienen grasas trans?
Si, en alimentos como productos lácteos, cordero y carne las bacterias ubicadas en el sistema digestivo de la vaca hidrogenan el aceite del alimento, transformándolo a grasas trans.
Aún no se conocen los resultados definitivos de las grasas trans para el organismo, pero es preferible evitar el consumo excesivo de las mismas.
¿Cómo evitar las grasas hidrogenadas en las comidas?
1. Evite comprar alimentos que tengan en su etiqueta aceite hidrogenado o parcialmente hidrogenado, porque ambos términos significan lo mismo, escoja productos libres de grasas trans.
2. Prefiera comidas con bajos niveles de grasas saturadas y colesterol, consumiendo un máximo de 5% diariamente. A menor proporción de consumo de grasas saturadas, menor es la probabilidad de consumir grasas hidrogenadas.
3. En la cocina intente en la mayor cantidad posible de utilizar grasas monoinsaturadas como el aceite de canola y oliva, también las grasas poliinsaturadas como el aceite de maíz y el aceite de girasol.
4. Evite reutilizar el aceite de la cocina.
5. Limite el consumo de alimentos que tengan grasas hidrogenadas, incluso aunque la etiqueta no informe que se hayan empleado durante la preparación. Si no sabe reconocer qué tipo de alimentos debe evitar, una forma es no consumir alimentos realizados con margarina, comida chatarra y alimentos congelados.
6. Mantenga una alimentación con un alto contenido de granos enteros, verduras, frutas y carne sin piel y grasa, para minimizar el efecto de las grasas hidrogenadas: el mal encarnado para la salud.
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