
La vitamina D es un componente esencial para el cuerpo, requerida por el mismo para la correcta absorción del calcio, para el desarrollo óseo, para el control del crecimiento celular, para el correcto funcionamiento neuromuscular, para el funcionamiento inmune apropiado y para el alivio de la inflamación, entre otros efectos de esta vitamina. Debido a las diversas funciones que presenta esta vitamina, es importante mantener los niveles adecuados de la misma, especialmente con una dieta balanceada que incluya una serie de alimentos con vitamina D.
El valor diario de vitamina D, en adultos, se establece en 600 a 800 UI (unidades internacionales) y el umbral de toxicidad se cree que es de 4.000 a 5.000 UI al día. Además, la vitamina D es soluble en aceite, por lo que es necesario comer grasa para absorberla. Se encuentra naturalmente y sobre todo, en los aceites de pescado, pescados grasos y, en menor medida, en el hígado de res, queso, yema de huevo y algunos hongos. Incluso la vitamina D se produce cuando la piel se expone al sol, aunque añadiéndola a la alimentación, puedes obtener excelentes resultados.
5 alimentos con vitamina D
Aceite de hígado
El aceite de hígado de bacalao ha sido un suplemento muy utilizado durante varios años, sobre todo, por su alto contenido de vitamina A y vitamina D. El aceite de hígado de bacalao proporciona 10.000 UI por porción de 100 gramos, o 1360 UI en una sola cucharada.
Pescado
Existen varios tipos de pescado que son ricos en vitamina D. Por lo general, el pescado crudo contiene una mayor dosis de vitamina D que el pescado cocido, y los cortes grasos contienen más que los cortes magros. Además, el pescado en conserva de aceite contiene más vitamina D que los enlatados en agua. En este caso, el Arenque del Atlántico crudo proporciona una cantidad de 1628 UI de vitamina D por porción de 100 gramos, 2996 UI por fileta, y 456 UI por onza. Le siguen los Arenques conservados en vinagre, el salmón enlatado, la caballa cruda, las sardinas envasadas en aceite y el atún envasado en aceite.
Cereales fortificados
Generalmente, los cereales fortificados son un elemento básico del desayuno. La mayoría de cereales comerciales se encuentran fortificados con vitaminas y nutrientes esenciales, aunque es necesario revisar las etiquetas de estos productos para asegurarte de elegir algunos que contengan poco o nada de azúcares refinados y nada de aceites parcialmente hidrogenados.
Ostras
Además de contener una buena cantidad de vitamina D, las ostras también son una rica fuente de vitamina B12, zinc, hierro, magnesio, selenio y cobre, aunque también son altas en colesterol y deben comerse moderadamente, especialmente aquellas personas en situación de riesgo de enfermedades del corazón o derrame cerebral.
Caviar negro y rojo
El caviar suele ser un ingrediente común en el sushi y mucho más asequible de lo que muchos piensan. El caviar proporciona 323 UI de vitamina D por porción de 100 gramos, o 37,1 UI por cucharadita. Otras excelentes opciones en alimentos con vitamina D pueden ser:
- Productos de soja enriquecidos (tofu y leche de soja).
- Salami, jamón y embutidos.
- Productos lácteos fortificados.
- Huevos.
- Hongos / setas.
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