Cómo preparar kéfir de leche

El kéfir es un hongo que al entrar en contacto con la leche produce una fermentación y da lugar a una bebida espesa con propiedades probióticas. Los alimentos probióticos se caracterizan por aportar una amplia cantidad de beneficios a la salud y el kéfir está considerado como uno de los más saludables.

Al cuidarlo como es debido, el kéfir crece y puede llegar a durar mucho tiempo, proporcionando la posibilidad de hacer esta bebida las veces que se deseen. Cabe destacar que tiene una apariencia similar a la del yogur, pero su consistencia es menor y su sabor más agrio. Existen tres tipos como: kéfir de leche, de agua y de té. Para que puedas disfrutar de sus beneficios, a continuación te mostramos cómo preparar kéfir de leche.

Ingredientes:

• Nódulos de kéfir.
• Leche entera, semidesnatada o de soja.

Preparar kéfir de leche

Para la preparación del kéfir de leche casero necesitas conseguir algunos nódulos de kéfir; no importa la cantidad, ya que si los conservas adecuadamente podrán crecer. Introdúcelos en un tarro de cristal o plástico. Es importante que los utensilios de cocina que vayas a utilizar no sean de aluminio o de metal, dado que pueden dañar las propiedades del hongo.

A continuación, añade la leche (es muy importante que ésta se encuentre a temperatura ambiente). Puede ser leche entera, semidesnatada o de soja, como lo prefieras, lo que sí es recomendable es que no sea desnatada. En función de la cantidad de nódulos que hayas añadido, deberás agregar más o menos leche, pero en general, el tarro debe llenarse hasta la mitad ó 3/4.

Cuando hayas añadido la leche, debes tapar el tarro con un paño limpio y no con su respectiva tapa. Esto se debe a que la tapa no dejaría pasar nada de aire, haciendo aún más agrio el kéfir de leche. Guarda el tarro en un lugar oscuro y deja que repose durante 24 horas. Evita guardarlo en el frigorífico, ya que el proceso de fermentación no se realiza en frío.

Tras las 24 horas, coge el tarro y cuela la leche. Recuerda que el colador no debe ser de metal. Con la ayuda de una espátula, preferiblemente de plástico o similar, remueve el hongo para que pueda colarse bien y extraer todo el líquido. Este líquido que se extrae es el kéfir de leche, de manera que deberás colocarlo en otro tarro de cristal.

Una vez colado todo, habrás aprendido cómo preparar kéfir de leche y obtendrás tu bebida. Como podrás observar, es similar a un yogur líquido, pero su sabor puede que lo encuentres más agrio, por lo que tienes opción a agregar un par de cucharaditas de azúcar o canela. Aunque si quieres que tome un poco más de consistencia, puedes dejarla unas horas en el frigorífico.

Con respecto al resto de nódulos de kéfir, puedes repetir el proceso con leche nueva. Así lo conservarás y conseguirás que vaya creciendo. Conforme crezca, debes ir aumentando la cantidad de leche, hasta llegar a un momento en que deberás hacer particiones porque será demasiado para un solo tarro.