La cerveza suele ser una de las bebidas favoritas y es que cuando el calor aprieta es un revulsivo contra sus efectos. La cerveza es una bebida natural con pocas calorías, no posee de grasas saturadas ni azúcares, pero si una importante cantidad de hidratos de carbono, vitaminas y proteínas. De hecho, existen evidencias científicas de que esta bebida tiene efectos beneficiosos para la salud. Sin embargo, son muchas las dudas que surgen frente a esta bebida, son varios los individuos que consideran que es la causante de esos kilos demás.
La cerveza tiene tan sólo 43 calorías por 100 ml, es decir, unas 90 calorías por caña, una cantidad considerable a comparación de otras bebidas que se ingieren en sustitución de la cerveza. Esto es lo que demuestra que la cerveza no tiene nada que ver con el sobrepeso o la obesidad de algunas personas que lo consumen. Pero no sólo la cerveza posee un alto valor calórico, sino además es una importante fuente de nutrientes beneficiosa para el organismo.
Es importante destacar su alto valor contenido en vitaminas de tipo B, imprescindible para el buen estado y desarrollo de los tejidos corporales. También posee altas dosis de ácido fólico, por lo que se considera una bebida que mejora la circulación sanguínea, ayuda a conseguir un correcto funcionamiento del aparato digestivo, además de ser un buen diurético. Es cierto que la cerveza es una bebida alcohólica y por ello tiene mala fama, especialmente por su fuente de calorías que dañan al organismo de diferente manera que el resto.
Efectos de la cerveza en el organismo
El proceso de asimilación del alcohol tiene lugar en el hígado, quien al procesarlo libera unas sustancias llamadas acetato, que el organismo quema para obtener energía. Además, este proceso hace que no se ingiera las reservas de grasa del cuerpo para obtener energía, lo que lleva a que éstas se acaben acumulando y haciendo que una persona engorde y empeore su salud. Por tal razón, la cerveza con alcohol consumida en exceso puede significar un problema para la salud en general.
Ahora bien, si su consumo es moderado resulta completamente beneficioso para el organismo sin engordar. Es más, es considerada una de las bebidas más recomendadas para ingerir durante una comida, en vez de refrescos carbonatados que lo único que hace es aportar calorías vacías. Eso sí, si se quiere evitar la ingesta de alcohol a la hora de tomar cerveza, se puede optar por las elaboradas a partir de la malta, que aportará beneficios similares dejando de lado el alcohol y los efectos que su abuso puede tener el organismo.
Beneficios que aporta la cerveza
- Es una bebida muy diurética, principalmente por el bajo contenido en sodio, así que evitaremos la retención de líquidos.
- Tiene una gran cantidad de silicio, que viene de perlas para las mujeres porque previene la osteoporosis y la osteopenia. También es un componente fundamental para luchar contra la enfermedad del Alzheimer.
- Si sufres de estreñimiento la cerveza puede ayudarte a mejorar el tránsito (y por lo tanto disminuye la incidencia de padecer cáncer de colon).
- Ayuda a mejorar la anemia, ya que es rica en multitud de vitaminas tales como la B y C, además de minerales.
- La cerveza aumenta la producción de colesterol bueno (el de alta densidad) y regula la coagulación sanguínea, por lo que es excelente para la prevención de infartos de miocardio.
- Al tener un 95% de agua, es un buen rehidratante, por lo que puedes tomarlo después del ejercicio físico sin problemas (yo también me he quedado sorprendido la verdad).
- El consumo moderado de alcohol hace que nuestro cuerpo funcione de forma diferente, reduciendo la proporción de grasa. El alcohol produce un efecto represivo sobre el metabolismo de la grasa, reduciendo la grasa y ayudando a regular la presión arterial.
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