¿La lechuga retiene líquidos?

 

La lechuga es un alimento muy conocido en todo el mundo, pero en determinadas ocasiones tiende a recibir algunas críticas, sobre todo en relación a que algunos consideran que hace engordar, que retiene líquidos, que hincha el estómago, entre otros. Sin embargo, antes de dejar a un lado este alimento de tus platos favoritos, es necesario preguntarse si realmente ¿la lechuga retiene líquidos?

Para resolver esta interrogante, es muy importante prestar atención a los aspectos que rodean el consumo de la lechuga, sobre todo si se realiza en la cena a través de una deliciosa ensalada. En este sentido, debemos aclarar que la lechuga es un alimento rico en fibra, vitaminas, oligoelementos o minerales, propiedades que hacen de este vegetal altamente positivo para el organismo.

Expertos señalan que, en realidad, la lechuga puede provocar una sensación de hinchazón, pero esto no tiene relación alguna con el aumento de peso. Esta sensación es ocasionada por el ‘proceso de masticación’, ya que se trata de un alimento que al comerse crudo, hace que determinadas personas puedan ingerir mucho aire al tiempo en que la mastican. Esto sólo ocurre en personas que se sienten pesadas tras ingerir una ensalada.

Entre las soluciones que proponen los nutricionistas están: masticar bien, reducir las cantidades de lechuga y cortarla en trozos más pequeños. Otra posibilidad es consumir otros tipos de vegetales que, por su composición, hinchan menos, como las endibias, los canónigos o la escarola.

¿La lechuga retiene líquidos?

Pero ¿la lechuga retiene líquidos?

Para quienes se preguntan si ¿la lechuga retiene líquidos? La respuesta es simplemente: la lechuga no retiene líquidos ni engorda, lo que retiene líquidos es el sodio (es decir, la sal). Es lógico pensar que si preparas una ensalada para cenar, y a ésta le añades la típica salsa césar o simplemente te gusta echarle mucha sal a tu ensalada, esta será la que ocasionará la retención de líquidos, pero no la lechuga.

Lo más curioso del caso es que, además de no retener líquidos, la lechuga es un diurético natural, es decir, que favorece la eliminación de líquidos mediante la orina, siendo muy eficaz para aquellas personas que padecen de retención de líquidos. Además de esto, la lechuga cuenta con una sustancia llamada Lactucina, que produce un suave efecto sedante, ayudando a controlar la ansiedad y a inducir al sueño, por lo que resulta ideal consumir lechuga en la cena.

Cómo preparar una ensalada saludable

Elige el tipo de lechuga que te provoque menos sensación de hinchazón –romana, escarola, canónigos, endibias–.

Si deseas, puedes acompañar tu ensalada con pepino y tomate, aunque añaden más hidratos de carbono, también aportan otras cualidades. Incluso es posible echar cebolla pero en poca cantidad, ya que tiene más hidratos de carbono que los otros alimentos.

Para el aliño, los expertos prefieren el aceite de oliva, que es bueno en su justa medida, con un chorro puede ser suficiente; también está el vinagre que no tiene ninguna propiedad con exceso de calorías, y un poco de sal que no engorda, siempre que se utilice en cantidades adecuadas.

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