Qué es el hipotiroidismo

El hipotiroidismo es una enfermedad que se presenta sobre la glándula tiroidea, y que también hace referencia a uno de los mayores inconvenientes y miedos que pueden sufrir las mujeres. Sin embargo, gracias a algunos estudios, se conoce que esta enfermedad puede disminuir en cierta forma con la realización de actividad física, haciendo más tolerable el tratamiento, que es para toda la vida.

La glándula tiroides, está conformada por dos lóbulos que son: la triyodotironina o T3 libre, así como la tiroxina o T4 libre, que se encargan de producir efectos sobre el metabolismo, y estimulan a la mayoría de tejidos en el cuerpo para producir proteínas y para aumentar la cantidad de oxígeno que las células consumen.

Además, esta glándula influye en funciones de regulación del crecimiento, frecuencia cardíaca, regulación de la temperatura corporal y la presión arterial; aunque también contribuye con la tasa metabólica del cuerpo, es decir, la velocidad en que los alimentos deglutidos son convertidos en energía. La tiroides es controlada por la glándula pituitaria, o también conocida como hipófisis y se encuentra en el cerebro, pues se encarga de secretar la hormona TSH, encargada de estimularla y generar T3 y T4.

El diagnóstico del hipotiroidismo es reiterado y suele presentarse en la tercera década de la vida de una persona, aunque con mayor probabilidad en mujeres que hombres. Los niveles de concentración de TSH, T3 y T4, que se conocen mediante exámenes de sangre, así como los síntomas, pueden servir como los principales factores de su diagnóstico.

Cuando se secreta una cantidad alta o disminuida de hormonas T, puede considerarse como una enfermedad tiroidea, siendo la más común el hipotiroidismo. Esta es una carencia en la secreción de hormonas tiroideas, donde los principales síntomas son: fatiga, aumento de peso, intolerancia al frío, estreñimiento, piel seca, cabello seco, variaciones menstruales, déficit de concentración, colesterol alto, dolores musculares, debilidad en extremidades, alteraciones mentales, alteraciones en la libido, entre otros.

Asímismo, podemos destacar otra de las razones por las que una persona puede sufrir de hipotiroidismo, específicamente hablando del resultado de una extirpación de una porción o totalidad de la tiroides, debido a enfermedad nodular maligna. Al no existir cura para el hipotiroidismo, el tratamiento debe realizarse toda la vida, lo que se realiza mediante el reemplazo sintético de T4. Este es un tratamiento de buen pronóstico, siempre que las dosis administradas en el cuerpo sean las adecuadas.

A la hora de detectar esta enfermedad, una excelente alternativa para la disminución de los síntomas es la realización regular de ejercicio físico. Cuando una persona realiza ejercicios, puede estimular y normalizar la función de la tiroides, al igual que regularizar el metabolismo, reduciendo el estrés, bajando de peso y mejorando los niveles de energía, lo que lleva a la disminución de los síntomas de depresión.

De igual forma, se ha comprobado que el ejercicio físico es capaz de aumentar el metabolismo energético, mismo que se encuentra disminuido en pacientes de hipotiroidismo, además de mantener el aumento del metabolismo tras el ejercicio; todo esto conduce a la disminución de la fatiga, aumenta la energía y logra mantener un control de peso corporal.

Incluso, al realizar ejercicio, se libera un neurotransmisor denominado serotonina, que se encarga de estimular a otra parte del cerebro (hipotálamo), que es el gestor cerebral de la saciedad. En otras palabras, la liberación de serotonina disminuye la sensación de hambre, que también suele manifestarse en casos de hipotiroidismo.