Retencion de líquidos: síntomas y tratamiento

La retención de líquidos también conocido con el nombre de hidropesía, es un problema que afecta a millones de personas. No constituye una enfermedad, pero sí es un síntoma de otras, por lo que antes de quejarte de este problema, deberías preocuparte en saber si su causa es una enfermedad del corazón, riñones o aparato digestivo y acudir a tu médico. Si bien, la retención de líquidos es la consecuencia de la acumulación de líquidos en los tejidos del cuerpo, se produce cuando existe un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso de los líquidos de una zona a otra.

La retención de líquidos no es una enfermedad independiente, sin embargo, suele originar muchas molestias por lo que es considerado un signo clínico que precede o se desarrolla al mismo tiempo que la personas pese enfermedades que comprometen el riñones, aparato digestivo, etc. El organismo, por medio de un complejo sistema de hormonas está constantemente ajustado a los niveles de líquidos para que se mantengan de manera constante. Por tanto, si bebes más agua de la cuenta, no sucede nada ya que es eliminada por los riñones en forma de orina.

 A qué se debe la retención de líquidos

Dentro de los síntomas de la retención de líquidos se pueden encontrar dos tipos, según sus causas:

• Factores orgánicos: inflamatorios, trastornos circulatorios. Enfermedades propias de ciertos órganos.
• Factores cotidianos: el sedentarismo, el estrés, la ingesta de medicamentos, factores climáticos.

Muchas personas pueden asustarse al escuchar la palabra cambio, pero un cambio siempre viene bien en algún momento de la vida. En este caso el cambio se refleja en decirle NO al sedentarismo, por lo que puedes aplicar una rutina de ejercicios incendiarios caminando, trotando o bailando con tu música favorita. Esto te ayuda a una mejor circulación de la sangre y por ende a una reducción considerable de los líquidos. Además, sin una buena dieta el ejercicio no funciona por lo que una dieta para eliminar líquidos debe ser llevada a cabo en la disminución de la sal en las comidas y aumento considerable de futas y verduras.

Cómo evitar la retención de líquidos

• Haz ejercicio: cualquier ejercicio en el que haya que mover las piernas, facilita el trabajo a los riñones. Si trabajas sentada levántate al menos una vez a la hora y anda por la habitación. Si no puedes, mueve los dedos de los pies hacia arriba y hacia abajo, para que los músculos de las piernas ejerzcan una acción de bombeo.
• Nada:métete dentro del agua (piscina, mar) y mueve las piernas, también descánsalas dejándolas flotar, manteniendo el movimiento de las piernas.
• Nada de ropa ajustadas: esto también incluye los calcetines, solo perjudicarán tu hinchazón. Intenta ir lo más cómoda y posible.
• Bebe agua: cuanto más bebas más pierdes, lo óptimo sería beber unos dos litros de agua al día.
• Bebe infusiones en ayunas: de perejil, enebro, hojas de olivo, cola de caballo, caldos de puerros, espárragos frescos y pepino.
• Consume alimentos ricos en potasio: las frutas y las verduras son ricas en potasio. Se aconseja una ingestión diaria de unos 400 gr. de estos alimentos como mínimo, lo que equivaldría a unas 5 raciones diarias.
• Consume alimentos bajos en sodio: entre los alimentos bajos en sodio tenemos muchas frutas y verduras, aunque algunas frutas como las manzanas, las peras o las cerezas son especialmente recomendadas. Algunos cereales como el arroz o la avena, o patata. La soja u otras legumbres. También podemos recurrir a la leche o a sus derivados.