Síndrome burnout, cuando te quemas de trabajo

Si hay momentos en los que llegas a sentirte ‘fundido’, ‘agotado’ y que ya ‘no das más’; lo más probable es que puedas estar padeciendo del síndrome burnout, que ha sido considerado como ‘el nuevo mal del siglo’. Este tipo de síndromes es sufrido por empresarios o profesionales, que pese a desarrollar sus actividades de forma eficaz, por dentro sienten estar prácticamente ‘quemados’.

En este caso, el síndrome burnout aparece de forma paulatina, donde las personas empiezan a perder el interés en el trabajo, llegando incluso a profundas depresiones, que en los casos más severos, pueden llegar hasta a acabar con su propia vida. Por otro lado, debemos destacar el ritmo de vida y las múltiples tareas que son necesarias asumir por muchas personas, algo que genera estrés de forma recurrente, algo que la misma Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha llegado a denominar como ‘enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo’.

Sin embargo, algo muy importante es diferenciar el estrés laboral, del síndrome burnout. Pues en el primer caso, es el resultado de una exigencia del cuerpo y mente, saturando sus límites normales. Ahora bien, en el caso del burnout, es un fenómeno que aún no se tipifica como trastorno, pero sí está cada vez más asociado al mismo estrés laboral.

En otras palabras, la principal característica del burnout, es que la persona tiene sus parámetros fisiológicos muy elevados (presión arterial, taquicardia, gastritis, entre otros) y no se percata de ello. Volviéndose incluso en algo habitual y que ni siquiera llega a percibirse.

Cómo detectar el síndrome de burnout

Los síntomas de este síndrome, suelen resumirse en un malestar general de la persona, algo que puede observarse en el cambio de hábitos alimenticios, de descanso y actividades recreativas. Incluso, hay personas que tienden a abandonar sus rutinas físicas, puesto que el malestar laboral afecta también otros ámbitos de la vida personal. Además, entre los principales síntomas podemos mencionar:

Cansancio o agotamiento emocional: suele aparecer principalmente en personas insatisfechas, quejosas e irritables, tanto en el ámbito laboral, como en el hogar.

Despersonalización: en estos casos, las personas pueden mostrarse con actitud hiperactiva, que en lugar de ayudar, contribuye en la incrementación de la sensación de agotamiento, alternando con depresión y hostilidad hacia el medio.

Abandono en la búsqueda de las metas: puede manifestarse en personas que se retiran de las actividades no laborales y vinculadas con actividades que generan el estrés crónico. Así mismo, inicia una pérdida de ideales, y principalmente, una importante separación de actividades familiares, sociales y recreativas.

Cómo afrontar el síndrome de burnout

Actualmente, algunos de los consejos que se brindan en la lucha contra este síndrome son los mismos que se utilizan para evitarlo.

• Dormir de 7 a 8 horas.
• Comer sanamente y como mínimo a cada 4 horas.
• No aumentar las horas laborales a más de 8.
• Hacer pausas en el trabajo (estirando las piernas, tomar algo, charlar con alguien, entre otros).
• Tomar el tiempo necesario para comer.
• Realizar actividad física semanalmente.
• Reunirse con amigos para divertirse.
• Tener momentos de ocio.

Además, existen otros métodos que contribuyen en la prevención y recuperación en este desgaste, hablando específicamente de la terapia floral. Aunque siempre es necesario contar con la supervisión de un profesional, algunas de las flores que colaboran son:

• Olivo: para recuperar el cansancio a nivel físico.
• Elm: para aliviar situaciones de angustia, donde se dificulta el pensamiento claro.
• Hornbeam: una flor que brinda energía y motivación.
• Wild Rose: una flor importante para la apatía frente al trabajo y vida diaria.