En muchas ocasiones se ha considerado al diente de león como una mala hierba, especialmente porque suele presentar problemas para los jardineros, algo que contrasta con la etimología de su nombre científico, Taraxacum officinale, que se deriva de la palabra griega taraxis que significa ‘confusión’ y akos, que hace referencia a un remedio medicinal de uso a largo plazo. Por ello, el nombre completo podría interpretarse como: ‘El remedio oficial de los males’.
En este caso, el diente de león es una planta que crece en todo el mundo, su rápida propagación y adaptación presentan dolores de cabeza a quienes aman de la vista de los jardines impecables. La planta tiende a crecer cerca de 30 centímetros, sus hojas son de color verde claro y sus flores son amarillas, crecen durante todo el año. Tanto las hojas como la raíz de esta planta son utilizadas para elaborar suplementos herbales, aprovechando así las propiedades del diente de león.
Usos del diente de león
Esta aborrecida planta para los jardineros, cuenta con varios estudios no sólo por científicos de la nutrición, sino también por expertos en la medicina alternativa e incluso por chefs. Por ello, las propiedades del diente de león son muy diversas y conocidas desde hace mucho tiempo. Los usos del diente de león como planta medicinal han sido conocidos durante años por diversas culturas en todo el mundo.
Los europeos han considerado al diente de león como una fuente de importantes elementos nutricionales y favorables para la medicina, han utilizado las raíces de la planta para controlar la fiebre, la diabetes, la diarrea y para perder peso. Los naturistas chinos han hecho uso desde hace mucho tiempo de la raíz del diente de león para tratar males digestivos, inflamación en los senos de la mujer, apendicitis, entre otros padecimientos. En América, los nativos utilizaban la raíz para hervirla y tratar inflamaciones, problemas de la piel, malestar estomacal y daños en el hígado.
Vitaminas y minerales del diente de león
El diente de león es una de las mejores fuentes naturales de betacaroteno y vitamina A, además de poseer un rico contenido de hierro, magnesio, fósforo, calcio, potasio, tiamina, riboflavina, vitamina C, K, H y proteínas. Debido a esta excelente mezcla de nutrientes, los beneficios del diente de león son incomparables.
Cómo aprovechar las propiedades del diente de león
Para obtener los beneficios de las propiedades del diente de león, puede ingerirse de distintas formas, ya sea en té, café, vino, cápsulas, pastillas, entre otras presentaciones. Las hojas secas del diente de león pueden colocarse en agua caliente para preparar una infusión. Las hojas tiernas de la planta pueden consumirse crudas o colocarlas en salmuera durante una media hora, para luego cocerlas al vapor como las espinacas.
Contraindicaciones
Debido al alto contenido en beneficios por los diversos nutrientes, es recomendable hacer un uso cuidadoso de la planta. Pueden presentarse ciertas reacciones alérgicas y las personas que estén bajo prescripción de medicamentos que contengan litio, diuréticos, adelgazantes de la sangre o medicamentos para reducir la presión, deben evitar el consumo del diente de león. Asimismo, las mujeres embarazadas o en lactancia, al igual que los niños pequeños.
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