Vitamina K2

 

La vitamina K2 o también conocida como menaquinona, es necesaria para que tu cuerpo pueda fortalecer el esqueleto, así como para poder mantener una buena salud cardiovascular. Además, la vitamina K2 ha sido considerada como poco importante y relegada al olvido durante mucho tiempo, sin embargo, algunos científicos reconocen los excelentes beneficios de esta vitamina para la salud de los huesos y el corazón.

En este caso, debemos resaltar que es difícil de entender cómo esta vitamina ha sido pasada por alto por mucho tiempo, pues se estima que hasta el 99% de la población pudiese tener deficiencia de este nutriente. Cabe mencionar que la vitamina K2 es soluble en grasa (liposoluble), puesto que la grasa proveniente de la alimentación, es necesaria para una eficaz absorción. Por esto, si tu dieta no cuenta con las cantidades necesarias de grasa, la absorción de este nutriente puede verse afectada.

Influencia de la vitamina K2 en los huesos

Mientras otro tipo de nutrientes son considerados como importantes para promover y mantener la salud de los huesos (como la vitamina D3, el calcio y el magnesio), existe evidencia que indica que la vitamina K desempeña un papel fundamental en el metabolismo y crecimiento óseo saludable, de hecho, pudiese ser un ‘eslabón perdido’ para aumentar la densidad ósea.

La vitamina K también se relaciona con los osteoblastos, las células encargadas de generar o establecer el hueso y producen una proteína conocida como osteocalcina. Así, la vitamina K es importante en la producción de la proteína osteocalcina. Su importancia se debe principalmente a que la osteocalcina no puede realizar su función hasta que la vitamina K la convierta en un activo formador de hueso.

Fuentes de vitamina K2

Tomando en cuenta que el organismo almacena todas las vitaminas del grupo K en el esqueleto e hígado durante un breve tiempo, a menudo sólo unos pocos días, por lo que en muchas ocasiones suele necesitarse suministros externos de vitamina K2.

Vitamina K2

Alimentos fermentados

Los alimentos fermentados, como en el caso de los quesos blandos y duros, el requesón, el chucrut y el matto, un plato a base de soja muy popular en Japón que es considerado sabroso por muchos orientales, contienen grandes concentraciones de vitamina K2.

Proteínas

Diversos tipos de proteínas como la manteca de campo, la pechuga de pollo, las yemas de huevo, la carne molida, los derivados del cerdo como el salame, y los hígados de diferentes especies, también son fuente de pequeñas cantidades de vitamina K2.

 Suplementos

Muchas empresas en el área de la salud y estado físico, suelen recomendar tomar vitamina K2 adicional en forma de suplemento, bien sea en cápsulas o tabletas. La deficiencia de vitamina K es poco frecuente, pues se obtiene fácilmente mediante una dieta saludable. Por este motivo, sólo se recomienda utilizar los suplementos de vitamina K2 en caso de tener una recomendación médica profesional. Cabe destacar que no se conocen casos de sobredosis de vitamina K2.

En cualquiera de los casos, lo más recomendable es que puedas evitar la automedicación, optando por una previa consulta al médico para saber si puedes tomar suplementos de vitamina K2 o si debes recurrir necesariamente a alimentos naturales como los que hemos mencionado.

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