Nadie llega a un gimnasio conociendo el uso y enfoque de cada máquina, es normal, no pasa nada malo en ser un principiante. En el transcurso del tiempo se van adquiriendo habilidades y conocimientos necesarios, para conseguir los objetivos.

Pero cuando ya transcurre el tiempo y principales errores que se cometen cuando se empieza a entrenar, aún persisten, entonces es momento de corregirnos.

Muchas veces nosotros mismos no nos percatamos de los errores o vicios que arrastramos desde el comienzo, por eso la observación de un entrenador personal, será de una gran ayuda.

Para poder conseguir llevar nuestra condición corporal y destrezas aun nivel avanzado, entonces lee con atención, para que modifiques esas conductas, que no proporcionan beneficios.


1. Centrarse en el objetivo final y no en el camino

Cada uno tiene objetivos específicos corporales, pero concentrarnos mentalmente en solo eso, puede ser bastante abrumador, además de que no soportaremos tropezar con obstáculos, sin tener ganas de desistir, por no sentirnos capaces.

Los objetivos principales, suelen ser los que más tiempo, esfuerzo y fuerza de voluntad nos van a demandar. Pero si dividimos ese camino, en pequeños objetivos, en lapsos de tiempo cortos, la situación puede ser más llevadera.

Por ejemplo “deseo aumentar 10 kg de músculo magro y cambiar todos mis hábitos alimenticios”, es algo que en realidad es bastante extremo.

Respecto al caso anterior, podría funcionar mejor “Cambiare las máquinas con carga, por pesas libres, para poder construir mayor fuerza y músculo”. Con ajustar el camino, el recorrido se hace mejor.

2. No llevar un registro

Las personas no le toman importancia a llevar su propio registro de sus progresos y del entrenamiento, siendo esta información vital, para poder corregir el programa.

Sin importar, que el entrenador le ofrezca una planificación bastante específica, igual guarde un registro por medio de grabaciones o anotaciones, de las cargas empleadas, fotos de su cuerpo semanalmente, y porcentaje de grasa.

Con esto puede más o menos identificar, qué tan positivo o no, está siendo la programación que se encuentra realizando, facilitando con la corrección de la dieta y entrenamiento (cargas, repeticiones, descansos), que no lo ayudan a avanzar.

3. Asistir al gimnasio sin programación

No emplear alguna rutina que le facilite los objetivos que desea conseguir o estar cambiando de entrenamiento de forma constante, no le ofrecerá ningún beneficio corporal.

Escoja una rutina y manténgase firme en ella, durante unas 8 semanas, de esta forma el cuerpo se irá adaptando al acondicionamiento físico, para poder evaluar qué cambios debe añadir.

4. Creer que los suplementos sustituyen la dieta

En los gimnasios es bastante frecuente ver la promoción y consumo de suplementos alimenticios, pero antes de comenzar a dirigir la responsabilidad de su trabajo a ellos, primero debe observar como esta su dieta en general.

De nada vale, que sus costumbres siempre sean consumir comidas altamente calóricas y poco saludables, y además consumir suplementos que lo ayuden a conseguir los objetivos.

Por muchos pre entrenamientos, aminoácidos y pare usted de contar, que administre diariamente, si no mantiene una dieta rica en carnes magras, granos, vegetales y agua, realmente los suplementos no harán gran cosa.

Pruebe no cometer los principales errores que se cometen cuando se empieza a entrenar, y trate de evolucionar corrigiendo cada una de sus fallas, para poder conseguir las metas planteadas en composición corporal.

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