Los radicales libres son unas moléculas inestables, mismas que pueden producirse en el propio metabolismo humano. Estas moléculas tienden a atacar a otras moléculas, pudiendo provocar cáncer. En este sentido, la vitamina A y E, además de la vitamina C, son las encargadas de estabilizar a los radicales libres, así como de estimular el sistema inmunológico.
Vitamina A
La vitamina A forma parte del grupo de las vitaminas liposolubles, por lo que el organismo la almacena en el hígado. La vitamina A representa un papel muy importante en diversas funciones del organismo, especialmente necesaria para:
Reparación de los tejidos del organismo: manteniendo la piel y membranas mucosas en un estado adecuado de salud, así como para crear y cuidar delos huesos, cabello, uñas y dientes. Además, los ojos la necesitan para una visión correcta.
Sistema inmunitario: la vitamina A fortalece el sistema inmunitario, con lo que ayuda a prevenir la aparición de muchas enfermedades microbianas.
Desintoxicación del organismo: la vitamina A, junto con la vitamina C y la vitamina E, son considerados como muy buenos antioxidantes, que cuentan con la capacidad de neutralizar los efectos negativos de los radicales libres.
Formación de células sanguíneas: esta vitamina también posee un papel importante en la formación de células sanguíneas, así como en la transcripción de genes, por lo que se encarga de la situación general de la sangre y de las células del cuerpo.
Necesidades diarias de vitamina A
Las dosis necesarias de esta vitamina son de 4500 UI en hombres y 3500 UI en mujeres, aunque pueden variar según otros factores o necesidades especiales, como en el caso de personas que presentan una mala absorción de la misma, bien sea por colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, pancreatitis, enfermedades hepáticas u otras, o una pérdida anormal por derrames, menstruaciones demasiado abundantes.
Vitamina E
La vitamina E es un conjunto de componentes liposolubles diferentes, divididos en dos grupos. Dentro de estos grupos, se destacan los tocoferoles con 4 miembros: alfa tocoferol, beta tocoferol, gamma tocoferol y delta tocoferol, siendo el primero el más conocido y el que parece tener un mayor carácter activo. Además, a la vitamina E se le considera como la vitamina del corazón, debido a que es importante tener cubiertas las necesidades de la misma para gozar de un corazón saludable.
El motivo de esto radica en la capacidad de la vitamina E en cuanto a protección de las membranas de las células a las que impide que los radicales libres las oxiden, lo que llevaría a una degradación del cuerpo, sobre todo, con la aparición de enfermedades cardíacas o posibles cánceres.
Propiedades y beneficios de la vitamina E:
- La vitamina E es importante para la conservación de los glóbulos rojos.
- Esta vitamina contribuye en la protección de las células contra los radicales libres.
- Cuenta con influencia en la reparación de las heridas.
- Ayuda a evitar que la sangre se coagule.
- Ayuda a mantener la vitamina A en buen estado.
- Contribuye en la inhibición de la producción de sustancias inflamatorias.
- Ayuda a mantener las arterias, venas y corazón en buen estado.
- Ayuda a conservar la piel en buenas condiciones.
- Cuenta con beneficios para la salud de la visión.
- Es útil para el buen funcionamiento cerebral y del sistema nervioso.
- Ayuda a mantener el sistema reproductivo en buenas condiciones.
- Contribuye para mantener el aparato digestivo en buen estado.
- Permite gozar de buen humor y sentimientos positivos.
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